El pan de queso es uno de los más grandes, sino el mayor patrimonio minero que, con el pasar del tiempo se diseminó y comenzó a ser consumido por las familias de todo Brasil y también del mundo.
Muchas personas pueden pensar que esta delicia es una invención moderna, pero es todo lo contrario: la producción y el consumo del pan de queso datan desde hace añares.
Se cree que el producto puede haber surgido en la cocina de las haciendas mineras, entre los siglos XVIII y XIX, aún en la época de la esclavitud, como un derivado de las galletas. En un intento de mejorar la galleta, se le agregó queso a la receta, arrojando como resultado nuestro pan de queso.
Además de su sabor, el pan de queso carga en sí mismo la tradición y los valores de la culinaria minera: el uso de ingredientes de primera calidad y la producción más casera, artesanal, que tiene por objetivo la excelencia de lo que se lleva a la mesa.
En el caso de nuestra empresa, el pan de queso Seu Ninico nació en el interior de Minas Gerais.
Resultado de una deliciosa receta familiar, el pan de queso creció y tomó forma, transformándose en una marca que carga consigo la importancia de conservar el sabor y los tradicionales valores mineros – valores estos siempre enaltecidos por el patriarca de la familia, el propio Seu Ninico, durante sus 93 años de vida.